Germán Delfino, quien dirigió su primer Boca - River, tuvo intervenciones importantes: echó a Ramón Díaz, expulsó a Burdisso y tuvo que parar el encuentro en dos oportunidades. Además, sobre el final del primer tiempo tuvo un problema muscular que por poco no le permite continuar su labor durante los 90’.
Sobre la primera acción, Delfino explicó que “Ramón fue
expulsado por protestar. Se enojó porque no le devolvieron la pelota donde
correspondía, pero eso ya es una cuestión de fair play, no debió ser contra mí
el reclamo”.
En cuanto a la suspensión del cotejo en dos oportunidades,
el árbitro aseguró que “no se puede jugar con pirotecnia y gente en el
alambrado. Después le tiraron cosas a Barovero, estuvimos al límite, por suerte
se pudo continuar el partido”.
También hizo referencia al problema muscular que tuvo que en
el primer tiempo. Según los médicos, fue una contractura. “Me atendí con los
médicos en el vestuario, me hicieron un vendaje y pude seguir sin problemas”,
cerró el árbitro del Superclásico.
Por: Amelia Simondet
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