Erick
Correa adelantó en el marcador al Lobo, pero Matías Aguirregaray lo empató para
el Pincha; se fueron expulsados Oreja y Damonte.
Desde
5 de marzo de 2011, cuando Estudiantes ganó 2-0, los equipos de La Plata no se
habían vuelto a enfrentar, ya que Gimnasia estuvo dos temporadas en la B
Nacional. Hoy ambos conjuntos salieron con actitud a revivir lo que es un
clásico, el cual se
jugó con demasiada fricción.
El Pincha comenzó mejor parado en el
partido bajo la conducción de Juan
Sebastián Verón y a los 13 minutos Joaquín Correa llegó al área a espaldas
de la defensa de Gimnasia y sacó un remate que contuvo muy bien Fernando Monetti.
A los 21, se produjo la
primera llegada para el Lobo: Facundo
Pereyra elevó un centro que cabeceó Julio Barsottini y dio rebote en la
contención del arquero Jerónimo Rulli. Allí, el colombiano Erik Correa, quien empujó la pelota para convertir el 1-0.
A los 29, la Bruja Verón se fue
lesionado y en su reemplazó entró Israel
Damonte. Sin embargo, no solo el León iba a sufrir bajas por lesiones. Los dirigidos por Pedro Troglio, se quedaron
sin Correa en cancha y debió ingresar Federico Rasic.
En el comienzo del segundo tiempo, Luna llevó peligro al área de Gimnasia con un
tiro que pasó cerca del arco de Monetti. Y a los 13, Saúl Laverni vio una mano inexistente de
Facundo Oreja, le mostró la segunda amarilla y en el tiro libre posterior Luna
remató, el arquero del Lobo contuvo débilmente y Carrillo aprovechó el rebote dejándosela servida a Matías Aguirregaray que empató el
partido a los 15.
Tras la igualdad, Estudiantes arremetió con todo
para buscar la victoria, desbordando constantemente por los costados. Al final,
el clásico levantó temperatura e Israel Damonte vio la roja por un cabezazo que
le propinó a un rival en un tumulto.
Soledad Rodríguez
@soll_rodriguez
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